Dejar ir ~ [expresión]
"Aceptar la realidad de la pérdida y permitirse sentir el dolor mientras se libera la necesidad de aferrarse al pasado o a la presencia física del ser querido."
"Dejar ir no significa olvidar a la persona o dejar de amarla, significa aprender a vivir con su ausencia, a encontrar una forma de honrar la memoria del ser querido y seguir adelante con la vida"
Hola Papá,
Este momento ha estado en constante movimiento alrededor de un millón de veces en mi cabeza durante los últimos 11 meses. He tenido cientos de maneras diferentes de empezar esta carta, pero por más que lo pienso, simplemente me confundo más y me pongo triste mientras trato de encontrar las palabras correctas para expresar los sentimientos que me rodean ahora mismo.
He expresado mi dolor muchas veces sobre cómo te fuiste. También he hablado sobre lo injusto que fue decir adiós de la manera en que nos tocó. No fue nada facil.
La última vez que te vi con vida y consciente fue en una videollamada mientras estabas acostado en la cama del hospital, esperando a ser entubado sin saber lo que iba a pasar. Vi lo asustado que estabas, había lágrimas saliendo de tu rostro, enfrentando esta realidad que nunca esperamos que íbamos a tener que vivir contigo.
Tuve que decir adiós a más de 4000 millas de distancia, por un teléfono celular. Todas esos tristes recuerdos que tenía de mi Madre volvieron. Me rompió en pedazos.
Nunca te dije lo que pasó en mi vida después de que te fuiste.
‘Seguí adelante.’ Tuve que hacerlo. En los últimos dos años he pasado por tantos altibajos que no puedo recordarlos todos. Mi familia me ayudó a mantenerme en pie y me dieron un propósito. Tú me diste un proposito. Tu ausencia me enseñó muchass cosas sobre la disciplina y la constancia que nunca estuvieron presentes antes de manera tan fuerte. Especialmente sobre cómo sacar fuerzas donde no las hay y simplemente ‘aguantar.’
Decidí encontrar un nuevo sentido en mi vida para honrarte de la única manera que sabía cómo:
Haciendo cosas duras y difíciles, aceptando el dolor.
No ha sido nada fácil, Papá.
Es difícil para mí encontrar maneras para honrarte de la manera en que te lo mereces. Sufriste tanto e igual diste tanto sin esperar nada a cambio que es muy difícil para mí poner en palabras o acciones cuánto significaste en mi vida, y cuánto significaba para mí al escucharte, verte… abrazarte.
A veces siento que tengo que cerrar el ciclo. Es difícil aferrarse a algo durante tanto tiempo que se vuelve muy doloroso soportarlo.
No estoy diciendo que esté sufriendo, porque no lo estoy. A lo que me refiero es que tiene que llegar el momento en donde necesito encontrar y estar en paz con no tenerte en mi vida, y por mucho que sienta que aún no estoy listo, o me haga creer que no lo estoy, tengo que estarlo.
Mi familia me ha apoyado mucho durante esta prueba, y siempre vamos a recordar aquellos cortos y hermosos momentos que tuvimos juntos. Siempre viviré honrándote y viviendo mi mejor vida de la manera en que me enseñaste y con los valores que aprendí durante de ti y de Mamá.
Tú estuviste ahí en uno de esos grandes logros en mi vida, cuando pedaleé 100 millas a través de Londres por Mamá.
El hecho de tenerte conmigo en la línea de meta me llenó de tanto orgullo de ser tu hijo. Tenerte ahí a mi lado fue una de las mejores cosas que he sentido en mi vida.
Siempre apreciaré ese momento juntos.
Mientras me preparo para otro largo día allá afuera, nadando, montando en bicicleta y corriendo; teniendo a dos grandes amigos a mi lado, siempre recordaré tu presencia y las vidas que trajiste a este mundo. Mi hermano y mi hermana. Mis sobrinos y mi sobrina. Mis hijas.
Hay tantas cosas por las cuales vivir y llevaré todas esas memorias conmigo para siempre.
Gracias Papá por todas las cosas que hiciste por mí, incluso si no puedo nombrarlas todas. Porque gracias a que soy Padre ahora me doy cuenta de todo a lo que renunciamos por nuestros hijos incluso sin ellos saber todo lo que hacemos. De verdad te doy las gracias por todo lo que hiciste por mí.
Hoy estoy cerrando este capítulo, pero sin olvidarte.
Necesito dejarte ir, necesito ser feliz cuando pienso en ti. Necesito recordar tu vida con una gran sonrisa, sabiendo que siempre diste todo por nosotros, y de verdad espero que hayas sentido que te dimos de vuelta todo lo que esperabas de nosotros no solo como tus hijos sino como seres humanos también.
Tú y Mamá siempre vivirán en mí y en mis hijas. Los veo todos los días en ellas y en todo lo que hacen. Cuando sonríen o lloran, cuando están felices o tristes. A donde quiera que vayan, ustedes siempre estarán en ellas. Nosotros somos porque ustedes fueron.
Te doy las gracias y te amo. Siempre lo haré.
Gracias por lo que soy, y por lo que seré.
Hasta siempre, Papá.
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